martes, 1 de febrero de 2022

ROMANCE DE DON VLADIMIR

Esto lo escribí nada menos que en 2007, y fíjense si apuntaba maneras, la criatura. No se ha desfasado ni la alusión a las encuestas del CIS.

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Vladimiro de la Rusia,
mi señor don Vladimir,
que naciste en Leningrado
y te apellidas Putín:

Ya de niño te espantaba
ir vestido de civil,
y cambiabas la merienda
por cartuchos de fusil.
Fuiste joven a la mili,
como cada tovarích,
(que por ser hijo de viuda
no te libras, como aquí)
Y empezaste tu carrera
sirviendo a todo servir
a la Rusia Comunista
como espía de postín.

Pero pronto descubriste
que el oficio espionil,
con la cosa del Deshielo,
no tenía porvenir.
Y te dijo tu señora:
“No te duermas, Vladimir,
que en la Rusia, al que se duerme
se le queda frío el pis”.

“Hazle caso a la parienta”,
te dijo Boris Yeltsín
-el del mapa de La Rioja
dibujado en la nariz-

Él te dijo: “Qué, ¿te apuntas?”
Tú dijiste: “Da” (Que sí)

Y, de la forma más tonta,
te pasó el poder a ti,
porque al pobre, el higadillo
le decía: “Colorín…
Colorado”. Y de repente
¿Quién lo había de decir?
te encontraste Presidente
y ejerciendo de alguacil
del petróleo de Crimea
y del gas de Sajalín….
y del oro de Moscovia
y el armenio perejil…

Hay encima de tu mesa
mil botones o dosmil
que, si aprietas en los pares,
echas al cielo un misil,
y si aprietas en los nones,
sale el coro estudiantil
con bandurrias, balalaika,
y cantando “Katalín”.

¡Y menudas amistades!
De un aspecto gangsteril
que tu madre, si te viera,
no te deja ni salir:
“¿Dónde vas, Vladimirito?
¿Dónde vas, Vladimirín,
con aquél señor de oscuro
con su funda de violín?”
Y el mundo, claro… te teme.
¿Cómo no te ha de temir,
si eres menos de confianza
que las encuestas del CIS?

Vladimiro de la Rusia,
mi señor don Vladimir:
En tu tierra, el periodista
tiene a veces muy mal fin.
Por lo menos el que larga
cosas feas sobre ti.
(Y hay quien dice que se exporta
de ese gélido país
cierto nuevo condimento
que es difícil digerir:
El Polonio descubierto
por Mesié y Madam Curíe)

Vladimiro de la Rusia,
mi señor don Vladimir:
Aunque ganes elecciones,
yo me digo para mí,
que te va la Democracia
lo que a don José Stalín.

No sé qué será de Rusia,
pues depende el Hoy de ti
y el Mañana… de tus hijos:
de esos hijos de Putín.

3 comentarios:

  1. Con esta oda al Hobit Putin, demuestra ser Ud. Un verdadero cerebrin que ni en sus turbias videncias hubiera predecido un tal Rasputin.

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  2. Rasputín se parece más a Fray Josepho

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  3. Está claro, como el agua del manantial mas puro, que su expulsión de Twitter fue una maniobra de Don Vladimiro para que no destripara, con su clarividencia, la pérfida maniobra de invasión de Ucrania

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