Que VOX es un partido milagroso
resulta de cajón, a estas alturas:
las más melodramáticas rupturas
se sueldan a su paso estrepitoso.
Ortúzar, nigromántico famoso,
da pistas de sus tácticas futuras:
de Sánchez, sólo llegan amarguras,
y Otegi les abraza como un oso.
Planean regresar con el PP:
que olvide la penúltima putada
y acepte emparejarse (por un precio)
Dirán que no es asunto de parné,
que quieren ver de fachas liberada
la España que financia su desprecio.
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