Macron es la penúltima oleada
del socialdemocrático onanismo:
el último bastión del espejismo
de Europa fraternal y acomodada.
del socialdemocrático onanismo:
el último bastión del espejismo
de Europa fraternal y acomodada.
La fe en el porvenir, ya muy tocada,
resiste todavía al pesimismo.
Nos puede espabilar, mañana mismo,
la puta realidad, esa pesada.
En Francia, el bienestar no pinta bien
y muchos se decantan por Le Pen,
que puede gobernar en el futuro.
Lo veo de venir y no me alegro:
me temo que el futuro, si no negro,
apunta de color castaño oscuro.
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